Estos recursos contribuyeron al sostenimiento de las acciones preventivas para el mantenimiento del Área Libre de la plaga en toda la región. Entre otras tareas, se realiza el monitoreo, el control químico y la liberación de moscas estériles.
General Roca (Río Negro), 29 de octubre de 2014 – El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) destinó 4.223.163 pesos para el mantenimiento del Área Libre de Mosca de los Frutos en la región patagónica durante la última campaña.
General Roca (Río Negro), 29 de octubre de 2014 – El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) destinó 4.223.163 pesos para el mantenimiento del Área Libre de Mosca de los Frutos en la región patagónica durante la última campaña.
Estos recursos fueron direccionados a la realización de acciones preventivas que desarrolló el Programa Nacional de Control y Erradicación de Mosca de los Frutos en la región (Procem - Región Patagónica) en materia de monitoreo, control químico y utilización de la Técnica del Insecto Estéril. Cabe recordar que esta técnica consiste en la liberación de machos estériles de mosca de los frutos, los cuales interrumpen el ciclo reproductivo de la plaga al copular sin posibilidad de engendrar nuevas generaciones del insecto.
Los aportes del Senasa se destinaron a la adquisición de 717 millones de moscas estériles por un monto de 3.322.004 pesos; 9.450 trampas Jackson y 168.000 laminillas con pegamento para dichas trampas por un monto de 391.500 pesos; y 8.000 litros de insecticida de origen biológico por un monto de 509.659 pesos.
“El Senasa supervisa y fiscaliza todas las tareas que se ejecutan en el Programa, con el principal objetivo de cuidar y sostener el estatus obtenido de Área Libre de Mosca de los Frutos con reconocimiento nacional e internacional, lo cual ha redundado en importantes beneficios para la cadena frutícola regional”, detalló el coordinador de Protección Vegetal en la norpatagonia, Victor Figueroa.
Asimismo recordó que el control preventivo se ejecuta “en las zonas urbanas de nuestra región, teniendo en cuenta que la plaga siempre estuvo ausente en zonas productivas patagónicas”.
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