Hoy, 7 de julio, estamos en vísperas de las semifinales de la Copa Mundial de Fútbol. Pero en esta fecha lo que se disputa puede ser mucho más importante, no solo para cuatro países sino para la población mundial. Podríamos decir que hoy se juega la Copa “Conservación del Suelo”, que se echa a rodar el manejo, que el Gran Premio es la Sustentabilidad, y en este Campeonato Mundial ganamos todos.
La Copa se juega desde 1963 y se creó a instancias del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria en homenaje a un gran jugador, el Dr. Hugh Hammond Bennet, quien luchó incansablemente por la conservación y dejó su legado en quienes admiraron su juego.
Hoy, el INTA tiene un gran equipo, fuerte, aguerrido, con múltiples recursos y trabajo compartido con otras instituciones, distintas tácticas, con jugadores que se mueven por todo el terreno, que se juegan el todo por el todo, y mixto, sí, es mixto. Cuida del manejo como si fuera la pelota, que rueda conforme avanzan los tiempos y que hay que saber guiar para llegar al triunfo. El campo de juego es variado, a nivel del mar y en altura, cubierto por distintos cultivos. Por eso también cambia la pelota en cada juego.
¿Qué podemos decir del contrincante? Ahí está, para arruinar en poco tiempo lo que llevó miles, millones de años formarse! Desertificación, deforestación, salinización, erosión hídrica y eólica, sobrepastoreo… Y al campo de juego hay que cuidarlo, porque es todo para los jugadores. Para ello hay que conocerlo, porque de él depende nada menos que la vida en la Tierra. ¿Casi nada, no? Cumple múltiples funciones de vital importancia. Aquellas que podemos ver están vinculadas con las plantas, con la producción de alimentos, y se refieren a la provisión de sostén de la vida, agua y nutrientes. Pero también desempeña un rol clave, el ecológico, al mantener el equilibrio con la atmósfera, al participar en los ciclos del agua y elementos como el nitrógeno, el carbono, el azufre, además de ser receptor y filtro de contaminantes ¡Por eso al suelo hay que cuidarlo!
Así como se quiere y se respeta a la pelota, las medidas conservacionistas deben ser tomadas como una filosofía de trabajo. En el INTA Alto Valle jugamos para reconocer el campo en toda su dimensión, es decir, del suelo al cultivo y del uso de la tierra a la sustentabilidad. Junto a otras instituciones se elaboran mapas de suelo en chacras de productores y se realiza una evaluación de las tierras para contar con información precisa sobre su evolución y las mejores asociaciones con los cultivos. También se evalúa la calidad de los suelos ya implantados, para saber si el manejo que recibe la tierra es el adecuado, y se promueve el uso correcto del agua de riego, que mal gestionada conduce a la degradación de los suelos.
Recuperar suelos degradados puede llevar mucho tiempo, esfuerzo y dinero, por lo que es clave producir más y mejor, conservando el recurso. Es la sustentabilidad lo que se pone en juego y estamos a tiempo de ganar ¿Te sumás al equipo?
Autor: Rosa de Lima Holzmann. Ingeniería en Biosistemas del INTA Alto Valle
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